Tiempo de acogida o Proceso de familiarización

¡¡¡Hola de nuevo, familias!!!

La entrada que a continuación leeréis, la considero de las más importantes del curso. Se trata de contaros cómo ha transcurrido  el Período de Adaptación a la escuela, de aquí en adelante lo referiré como Tiempo de acogida o Proceso de familiarización, pues considero que son términos mucho más abiertos y que permiten ajustarse más a los ritmos individuales de cada niño.

 Como podréis recordar, desde el comienzo de curso, hemos conversado en distintas ocasiones sobre este "momento" tan delicado para todos. Hablamos sobre si os sentíais preparados, sobre vuestras expectativas hacia la escuela y hacia mí en particular. Por este motivo, os quiero mostrar cómo ha ido transcurriendo este tiempo, cómo hemos trabajado, qué aspectos han contribuido a que los niños superasen los llantos y la inseguridad y lo que es más importante, la separación de su familia. 
A continuación podréis ver traducido en imágenes todo lo expuesto anteriormente  y cómo  lo han conseguido gracias al  "poder de las Rutinas" puesto que son las que le transmiten seguridad y  permiten al niño anticipar lo que va a suceder a continuación de.... 
Durante todo este tiempo hemos derrochado palabras amables, caricias, besos, lágrimas,abrazos....


UN DÍA EN LA ESCUELA.

A la llegada...
Me saludan, aceptando la despedida de sus familiares.












En el Corro...
Es un gran momento en el que vamos estableciendo un fuerte vínculo afectivo, 

a través de las canciones, del relato de cuentos,









Es la oportunidad de ir conociendo a todos sus compañeros
y me saludan chocando la mano al oír su nombre...



Actividad grupal...
En este cuidado proceso de acogida, nos hemos dedicado a que los niños se encuentren bien, adaptándonos a sus necesidades y demandas y con completa disponibilidad hacia ellos. Por lo que, existe una programación específica para esta adaptación progresiva, pero muy distinta a las siguientes programaciones del curso.
El momento de actividad, ha consistido en proporcionar materiales de enlace con el curso anterior (para que a los niños veteranos les diese más seguridad) y que los nuevos pudiesen ir conociendo y manipulando los materiales a su ritmo, al igual que los espacios y han podido tener más dedicación por parte de sus educadoras.




A medida que el grupo se iba encontrando más cómodo en el aula, las actividades han entrañado más complejidad.


Siesta de media mañana...
  Algunos necesitan descansar un ratito para continuar el largo e intenso día en la Escuela
Bebiendo agua...
Vamos instaurando rutinas, un día tras otro...

Aprenden cuál es la zona para beber (al lado de la pila), que deben sentarse y
 no se puede recorrer el aula con el vaso de la mano, pues siempre acaba derramándose el líquido.
Patio...
Momento muy importante y vital, más fácil para los veteranos, 
pero con alguna dificultad para algunos niños, porque conlleva un cambio de espacio (amplio y desconocido) respecto al aula.
 Poco a poco, todos van sintiéndose seguros y disfrutan enormemente de este ratito.



Nos preparamos para comer...

Van aprendiendo dónde se lavan las manos, a coger el baby de la percha, a sentarse solos en el banquito... Los más pequeños necesitan más ayuda en este momento, por parte de sus educadoras. Son los rituales de antes de comer, otra base más que van asentando durante estos primeros meses de curso.


Comida...
En el momento de la comida, también se producen grandes avances en estos primeros meses, pues aunque los niños veteranos tienen más paciencia respecto al tiempo de espera, el resto (sobre todo, las más pequeñitas del aula) tienen que ir interiorizando que no están solas, sino que forman parte de un grupo. En un primer momento, se respetan los ritmos individuales, anticipando la hora de la comida a las más pequeñas, pudiendo así dedicarles más atención a ellas y posteriormente al resto del grupo. Poco a poco, todos terminan comiendo al mismo tiempo con total tranquilidad y cada vez con más autonomía.








Aseo...

Después de la comida, aprenden que no podemos ir a jugar sin acudir a la pila de nuevo a lavarse y colgar el baby en la percha. Posteriormente, realizamos un nuevo cambio de pañal y les dejamos limpitos para ir a dormir.
                                                  
Un momento muy especial y único entre niño-educadora, donde no se comparten con otros: los besos, las pedorretas e infinidad de gestos y palabras de cariño.  

Siesta...



¡¡¡Terminan la jornada agotados!!! Desde el primer día, todos consiguen conciliar el sueño, pero algunos comienzan a hacerlo en hamaca, en un primer momento hasta que toman más confianza y duermen en su propia camita. El tiempo de sueño cada vez tiene más calidad y es más largo, pues alguno de los niños realizaba pequeños ciclos de 30-40 minutos y según han avanzado los meses, pueden llegar a dormir hasta 1,5-2 horas.

Despedida...

Se despiden de la educadora con un beso 
y algunos diciendo "adiós" con la manita.

Estas rutinas, trabajadas día tras día, son las que hacen que los niños sepan qué va a ocurrir después y consigan estar más seguros en la Escuela. Posteriormente, se incorporan otras nuevas como, por ejemplo, comer fruta a media mañana y otras actividades semanales en relación a la programación de la educadora, música, psicomotricidad, inglés, entre otras.

¡Hasta la próxima entrada, familias!







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